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no spoons, only knives o()xxx[{:::::::::::::::> Check my artworks
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Just exactly how corporations treat people, especially those in the third world. In this feature length documentary, directors German Gutierrez and Carmen Garcia present a searing indictment of the Coca-Cola empire and its kidnapping, torture and murder of union leaders trying to improve working conditions in Colombia, Guatemala and Turkey, and everywhere in the world

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Abya Yala (no) es un pueblo al sur de Estados Unidos. Colección de Apuntes.

Joaquín Torres García, América invertida.

"Tal vez, la permanencia de este clown del humor fácil en la pantalla chilena se debió a que fue cuidadoso en sus opiniones contingentes y supo atrincherarse en el Canal Católico, además su programa siempre tuvo el apoyo de la derecha empresarial. Aun así, aunque Don Francisco reiteradamente evitó los temas políticos, hay gestos suyos que pocos conocen y que harían más soportable su terapia populista. Se sabe que en los primeros días después del golpe, ayudó a un periodista que entonces era perseguido por los militares. Tal vez, esto que alguna vez ha reconocido públicamente, haga más digerible su insoportable chacra, pero no basta para el Vía Crucis de la Teletón. Esa odiosa teleserie de minusválidos gateando para que la Coca Cola les tire unas sillas de ruedas. No basta la emoción colectiva, ni la honestidad de las cristianas intenciones, ni el sentimentalismo piadoso para justificar la humillación disfrazada de colecta solidaria. No basta la imagen del animador, como virgen obesa con la guagua parapléjica en los brazos, haciéndole propaganda a la empresa privada con un problema de salud y rehabilitación que le pertenece al Estado. Con este Gran Gesto Teletónico, el país se conmueve, se abuena, se aguachan sus demandas rabiosas. Y el «Todos Juntos», funciona como el show reconciliador donde las ideologías políticas blanquean sus diferencias, bailando cumbia y pasándose la mano por el lomo con la hipocresía de la compasión. Porque más allá de los hospitales que se construyen con el escudo de la niñez inválida como cartel, quien más gana en popularidad y adhesión es el patrono del evento. El sagrado Don Francisco, el hombre puro sentimiento, puro «chicharrón de corazón», el apóstol televisivo cuya única ideología es la chilenidad, y su norte, la picardía cruel y la risotada criolla que patentó como humor nacional. (…) A lo mejor, en estos últimos años de desengaño democrático, si había que exportar un producto típico chileno, que no fuera el Condorito, pasado de moda por roto y derrotista, ahí estaba Don Francis: sentimental, triunfador y chacotero. Si había que instalarlo en algún escenario, no cabía duda que el mejor era Miami y su audiencia sudaca y arribista. Al resto del show, sumarle el gusaneo cubano y su hibridez de hamburguesa gringa y salsa transplantada, allegada, paracaidistas de visita siempre, pero igual se creen yanquis con sus pelos teñidos, sus grasas monumentales y su vida fofa del carro al mall, del mall al surfing, y del beach al living room, con bolsas de papas fritas, pop corn, pollo chicken y litros de Coca Cola, para ver al chileno gracioso, que cada tarde de sábado reparte carnaval y electrodomésticos a la teleaudiencia latina. Y no cabe duda que en estos trópicos se ha hecho insustituible, aunque ya no está con su yunta del humor, el cómico Mandolino, a quien dejó botado con su disfraz de vagabundo en las palmereadas costas de Florida. Pero eso no le preocupó a Don Francis, tampoco la querella por acoso sexual que le puso una modelo. El salió libre de polvo y paja y ella quedó como mentirosa, tonta y oportunista. En fin, dígase lo que se diga, Don Francisco equivale a la cordillera para los millones de telespectadores del continente que lo siguen, lo aman, le creen como a la virgen, y ven en la boca chistosa del gordo una propaganda optimista de país. Más bien, una larga carcajada neoliberal que limita en una mueca triste llamada Chile.

Pedro Lemebel, Don Francisco (o «la virgen obesa de la TV»)

"Para turistas gente curiosa, es un sitio exótico para visitar Es solo un lugar económico, pero inadecuado para habitar Les ofrecen Latino América, el carnaval de Río y las ruinas aztecas Gente sucia bailando en las calles, dispuesta a venderse por algunos USA dollars. Nadie en el resto del planeta toma en serio A este inmenso pueblo lleno de tristeza Se sonríen cuando ven que tienen veintitantas banderitas Cada cual más orgullosa que su soberanía (…) Y el inocente pueblo de Latino América Llorará si muere Ronald Reagan o la reina Y le sigue paso a paso la vida a Carolina Como si esa gente sufriera del subdesarrollo Estamos en un hoyo. Parece que en realidad Latinoamérica es un pueblo al sur de Estados Unidos.

Los Prisioneros, Latinoamérica es un pueblo al sur de Estados Unidos.

"He dicho Escuela del Sur porque en realidad  nuestro Norte es el Sur. No debe haber Norte, para nosotros, sino por oposición a nuestro Sur. Por eso ahora ponemos el mapa al revés, y entonces ya tenemos justa idea de nuestra posición, y no como quieren en el resto del mundo. La punta de América, desde ahora, prolongándose, señala, insistentemente el Sur, nuestro Norte"

Joaquín Torres García.

"Con su ritual de acero sus grandes chimeneas sus sabios clandestinos su canto de sirenas sus cielos de neón (…) con sus predicadores sus gases que envenenan su escuela de chicago sus dueños de la tierra con sus trapos de lujo y su pobre osamenta sus defensas gastadas sus gastos de defensa con sus gesta invasora el norte es el que ordena

pero aquí abajo abajo cada uno en su escondite hay hombres y mujeres que saben a qué asirse aprovechando el sol y también los eclipses apartando lo inútil y usando lo que sirve con su fe veterana el Sur también existe

con su corno francés y su academia sueca su salsa americana y sus llaves inglesas con todos su misiles y sus enciclopedias su guerra de galaxias y su saña opulenta con todos sus laureles el norte es el que ordena"

Mario Benedetti, El Sur También Existe.

"En tu reciente visita a México señalaste que en América Latina no se está en condiciones de hablar de pensamiento decolonial ni postcolonial. Afirmaste que lo decolonial es una moda, lo postcolonial un deseo y lo anticolonial una lucha. ¿Cómo seguir este camino anticolonial? Yo creo que es una forma de poner en relieve que este proceso tiene larga data. Desde tiempos coloniales se han dado procesos de lucha anticolonial; en cambio, lo decolonial es una moda muy reciente que, de algún modo, usufructúa y reinterpreta esos procesos de lucha, pero creo que los despolitiza, puesto que lo decolonial es un estado o una situación pero no es una actividad, no implica una agencia, ni una participación consciente. Llevo la lucha anticolonial a la práctica en los hechos, de algún modo, deslegitimizando todas las formas de cosificación y del uso ornamental de lo indígena que hace el Estado. Todo eso son procesos de colonización simbólica.

Has profundizado mucho en la sociología de la imagen, tomando la imagen como teoría y no solo como ilustración. ¿De qué forma te sirve la imagen? Es una forma de replantear el papel de la visualidad en la dominación y también sirve como forma de resistencia. Se trata de descolonizar la conciencia propia, superar el oculocentrismo occidental y convertir la mirada en parte de una experiencia completa, orgánica, que implique los otros sentidos también, como el olfato o el tacto. Es decir, reintegrar la mirada al cuerpo.

Quisiera profundizar en el concepto ch´ixi. ¿Cómo llegas a él y qué significa para ti? Surge como una metáfora que me comunica un escultor aymara —Victor Zapana— hablando de animales como la serpiente o el lagarto, que vienen de abajo, pero también son de arriba, son masculinos y también femeninas. Es decir, tienen una dualidad implícita en su constitución. Y eso me parecía a mi una muy buena metáfora para explicar un tipo de mestizaje que reconoce la fuerza de su lado indígena y la potencia para poder equilibrarla con la fuerza de lo europeo. Entonces se propone a lo ch´ixi como una fuerza descolonizadora del mestizaje. Lejos de la fusión o de la hibridez, se trata de convivir y habitar las contradicciones. No negar una parte ni la otra, ni buscar una síntesis, sino admitir la permanente lucha en nuestra subjetividad entre lo indio y lo europeo.

Resulta interesante como varias personas han manifestado alivio y tranquilidad al comprender tu noción de lo ch´ixi, sobre todo, en relación con problemas de identificación. A mi también me ha llamado la atención que pueda dialogar este concepto con experiencias tan distintas. Lo que pasa es que todos vivimos una contradicción muy fuerte, entre lo occidental y lo que nos da el paisaje, el ámbito local, que nos conecta con la otra cara."

Silvia Rivera Cusicanqui, entrevista con Nora Narváes para El Salto.

"Adam Smith decía que el descubrimiento de América había «elevado el sistema mercantil a un grado de esplendor y gloria que de otro modo no hubiera alcanzado jamás». Según Sergio Bagú, el más formidable motor de acumulación del capital mercantil europeo fue la esclavitud americana; a su vez, ese capital resultó «la piedra fundamental sobre la cual se construyó el gigantesco capital industrial de los tiempos contemporáneos». La resurrección de la esclavitud grecorromana en el Nuevo Mundo tuvo propiedades milagrosas: multiplicó las naves, las fábricas, los ferrocarriles y los bancos de países que no estaban en el origen ni, con excepción de los Estados Unidos, tampoco en el destino de los esclavos que cruzaban el Atlántico".

Eduardo Galeano, Las venas abiertas de América Latina.

"El protagonismo indígena en la producción audiovisual es una de las muchas facetas de un fuerte movimiento de resistencia en América Latina que apuesta a la valorización de la ancestralidad de pueblos originarios que habitaban la región antes de ser invadida por el colonizador europeo y vieron cómo se despreciaban y negaban sus modos de vida y cultura. No se respetaron las peculiaridades de cada pueblo y todos fueron denominados por igual “indios”. La Abya Yala, uno de los nombres con que los pueblos originarios llamaban a sus tierras, fue bautizada como América. En este movimiento de resistencia, se acordó volver a llamar a la región de Abya Yala (tierra viva o tierra que florece), según la denominaba el pueblo Guna, de Colombia y Panamá, en su idioma original. En Brasil, el nombre de América era Pindorama. «Usar el nombre de Abya Yala es una forma de enfrentar al nombre de América Latina, que fue dado por el invasor”, cuenta el profesor e investigador Janssen Felipe da Silva. “Su uso es la afirmación de que nosotros, que trabajamos con epistemologías del Sur y de América Latina y con el pensamiento descolonial, asumimos el tema como una confrontación”.

Fabia Prates, ¿Qué significan Abya Yala y Pindorama? Para Contemporary And América Latina.

"A principios del siglo XXI, las ideas feministas latinoamericanas se vinculan al éxito del capitalismo en la destrucción de las culturas locales (la llamada globalización), y al clima continental reactivo de profunda crítica a la occidentalización de América,2 y a sus secuelas de racismo y colonialismo que intentan reorganizarse en las ideas y las prácticas políticas del neoliberalismo. Según María del Rayo Ramírez Fierro, ubicar el propio análisis de la realidad desde América Latina implica hacerlo desde "todos los lugares marginales del imperio global". Esto es, desde espacios geográficos, culturales y económicos donde los movimientos sociales más recientes han aglutinado a sectores diversos (mujeres y hombres indigentes urbanos, indígenas y campesinos, desempleados, de la tercera edad, niños de la calle, afrodescendientes, migrantes), para estructurar reclamos que tienen que ver con algo más profundo, más elemental que la lucha por la socialización de los instrumentos de producción, posiblemente con el cambio de una cultura basada en el concepto de lo superior, ejercida por los elegidos. Se han juntado alrededor de la no privatización de recursos naturales primarios como el agua o el gas, contra el turismo trasnacional, el latifundio y la agroindustria: son los sin tierra de Brasil, los sin rostro de México, y los sin techo de toda América, es decir son los seres humanos extranumerarios para el sistema capitalista mundial que, desde sus márgenes, son capaces de ponerlo en crisis. Las mujeres que participan en el movimiento zapatista en México, las cocaleras en Bolivia, las indígenas amazónicas y andinas de Ecuador y Venezuela están denunciando la relación entre el colonialismo, el racismo y las desigualdades económicas, de oportunidades y de acceso a los servicios públicos que las marginan. Igualmente juzgan como manifestaciones de racismo las políticas de castellanización y aculturación de los pueblos originarios: "Nos quieren desindianizar", denuncia la maestra Perla Francisca Betanzos Gondar, de Milpa Alta. "Quien estudia español ya no quiere hablar náhuatl y lo olvida. El proceso de desindianización implica que quien habla español es gente de razón, es gente respetada. Con la lengua se pierde la cosmovisión, la relación con la naturaleza como madre, la idea que el principio creador, Ometéotl, es femenino y masculino, que las mujeres representamos a la tierra… (…) En Sexo y conquista, Araceli Barbosa Sánchez analiza cómo el odio de los españoles contra las mujeres y contra toda "feminidad" de los hombres, llevó a los conquistadores a prácticas de violencia extrema, tortura, muerte y degradación de los cadáveres, de las mujeres indígenas que se resistieron a la violación y contra los "sodomitas", equiparándolos de alguna manera.14 De las indias y los sodomitas, los conquistadores nunca recogieron testimonios, palabras, ni describieron sus actitudes y saberes, a diferencia de los inquisidores que transcribieron con lujo de detalles los saberes "perversos" de las hechiceras y herejes. Fue relativamente fácil para el movimiento feminista europeo identificarse con las brujas, una vez que se llegó a demostrar la positiva diferencia de sus saberes con los de la cultura de la represión que sostuvo al absolutismo monárquico y al despegue del capitalismo. Pero ¿con qué diferencia positiva de sus antepasadas pueden identificarse las latinoamericanas sin pasar por una revisión antropológica de las culturas americanas actuales e históricas, y por la ruptura con la cultura mestiza hegemónica, que encubre la historia en sentido racista y sexista?"

Francesca Gargallo, Feminismo Latinoamericano.

"Ka’aru ´pytü ha che rovetäme hendypu joa tataindyu mboriahúicha tapÿi chavimi mboriahu retä."

Susy Delgado, MBORIAHU RETÄ

"¿Quién te dijo a ti que te hicieras carabinero, Juan Antillanca?

Tú que naciste a la orilla del mar y que jugaste en las playas sin dueño, que naciste sabiendo que la vida no necesita de ley porque allí nunca ocurre nada; a más de una ola y otra ola, un transitar de espuma, dos fantasmas de viento y una gaviota borracha de cielos…

¿Y qué más pasa, Juan Antillanca?

Cuando llegaste de uniforme verde y te pusiste rígido, ¡parecías un atado de "colloi"! ¡cómo te gozaban los chiquillos, casi te empelotaron la primera vez!

Tus ojos que eran mansos y risueños, tuviste que endurecerlos; y aquel gesto tuyo que era como un amanecer, lo transformaste en grito duro, en amenaza negra, en noche desconfiada …

¿Te acuerdas como se las arreglaban para tener algo de comer cuando tú eras niño? ¿Y ahora, Juan, tu andas buscando a los que roban ovejas porque tienen hambre y no tienen trabajo?

¿Cómo murió tu padre, recuerdas? ¿En qué cuartel amaneció muerto?

A ti te han escogido para esto porque hablas "mapu dugun" y porque conoces todos los escondites de la costa.

Te vimos esa tarde cuando llevaste al Mauleo: tú ibas más asustado que él, pasaste avergonzado por frente de nosotros.

Ese día, Juan, nos dio una pena grande.

Alguien dijo: -Antillanca se hizo carabinero para ganarse el pan pescando presos a sus hermanos.

¿Qué gusto tiene ese pan, Antillanca?

Pedro Alonso Retamal, MARI AILLA  

En principio, el antiimperialismo podría definirse como una modalidad de la resistencia política y cultural que involucra aspectos diversos, entre los que cabe mencionar un tipo de discurso, una retórica, una simbología, una serie de gestos dotados de rasgos específicos. Por esta vía es posible avanzar en la formalización de matrices discursivas y en la identificación de procedimientos formales típicos. La caracterización que ofrece Ana María Vara de la matriz narrativa sobre la que se apoya lo que designa el "contra-discurso neocolonial de los recursos naturales" y el intento de Andrés Kozel de inventariar una serie de rasgos del "ensayo histórico antiimperialista", son esfuerzos que, aunque no necesariamente sumables, se orientan en esa dirección (Vara, 2013; Kozel, 2012; 2010). Sin embargo, y aun cuando constituye un buen punto de partida, una definición así dista de resolver todos los problemas implicados. Una cuestión medular tiene que ver con cómo pensar la localización del antiimperialismo en el campo ideológico. Plantearla adecuadamente supone la forja de herramientas analíticas apropiadas para pensar las relaciones entre lo particular y lo general; se trata, en definitiva, de enfrentar algunos temas clásicos asociados a la teoría de conjuntos, pero también de otras cosas, para lo cual nos basaremos principalmente en los aportes de Cornelius Castoriadis (2013) y Pierre Ansart (1983). Para comenzar, parece conveniente hacer a un lado las definiciones del antiimperialismo que lo conceptúan como un cuerpo doctrinario o sistema ideológico particular. Por esta vía, el antiimperialismo aparecería como una ideología entre otras, a las cuales se contrapondría en la disputa en torno a la verdad acerca de lo social. Ocurre que, si se mira con detenimiento, el antiimperialismo no parece ser un fenómeno de ese tipo. En efecto, no sería difícil mostrar que el antiimperialismo se hace presente en más de una doctrina o ideología particular. Habría, de hecho, dosis importantes de verdad histórica de justicia.

En América Latina, el antiimperialismo no ha sido antes ni es hoy de alguien en particular. Siendo de nadie y, potencialmente, de todos, el antiimperialismo no parece ser exactamente un cuerpo doctrinario o un sistema ideológico, como sí lo serían, al menos en principio, el anarquismo, el socialismo, el liberalismo, el conservadurismo. Pero entonces, ¿de qué estamos hablando? Una posibilidad sería argumentar que el antiimperialismo es un elemento, algo así como un ornamento o voluta, que aparece integrando y eventualmente enriqueciendo y/o complicando algunos cuerpos doctrinarios o sistemas ideológicos particulares. De seguirse esta vía, se abren enseguida nuevas preguntas, relativas a los grados de afinidad entre cada uno de los distintos cuerpos doctrinarios y el componente antiimperialista, al peso relativo que éste puede adquirir dentro de los cuerpos permeables a su incidencia, a los eventuales efectos del componente —catalizadores, distorsivos, decorativos, etc.— sobre los equilibrios internos de los cuerpos. Ninguno de los derroteros de investigación insinuados por estas preguntas carece en principio de interés.

Juan Carlos Morales Manzur, El antiimperialismo latinoamericano y sus aportes a las ideas de unidad continental, para la Universidad del Zulia, Venezuela.

"El Plan Cóndor, también conocido como Operación Cóndor, fue una campaña de represión política y terrorismo de Estado respaldada por Estados Unidos que incluía operaciones de inteligencia y el asesinato de opositores. Fue implementado oficial y formalmente el 25 de noviembre de 1975 por los líderes de los servicios de inteligencia militar de Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay, e implementada luego por las cúpulas de los regímenes dictatoriales y gobiernos democráticos de América del Sur, a excepción de Surinam, Guyana y Trinidad y Tobago, así como las dependencias francesa y neerlandesa en esa región.​ Diversas fuentes han señalado también la participación secundaria, indirecta o esporádica en el Plan Cóndor de autoridades de Colombia, Ecuador y Perú, según la agencia DW del Estado alemán, el Ministerio Público de Argentina, o el exjefe del Ejército argentino general Martín Balza.​ A pesar de que algunas fuentes afirman la participación esporádica de Venezuela en el Plan Cóndor, el país mostró su rechazo y oposición a la Operación en reiteradas oportunidades, y durante su vigencia se convirtió en uno de los principales destinos para los exiliados de las dictaduras en el Cono Sur.​

Esta coordinación implicó, oficial y directamente, el seguimiento, vigilancia, detención, interrogatorios con tortura, traslados entre países, la violación y desaparición o asesinato de personas consideradas por dichos regímenes como «subversivas» al orden instaurado, o contrarias a su política o ideología.4​ El Plan Cóndor se constituyó en una organización clandestina internacional para la estrategia del terrorismo de Estado que instrumentó el asesinato y desaparición de decenas de miles de opositores a las mencionadas dictaduras, la mayoría de ellos pertenecientes a movimientos de la izquierda política, el peronismo, el sindicalismo, las agrupaciones estudiantiles, la docencia, el periodismo, el campo artístico, la teología de la liberación y el movimiento de derechos humanos. Los llamados «Archivos del Terror» hallados en Paraguay en 1992 dan la cifra de 50 000 personas asesinadas, 30 000 desaparecidas y 400 000 encarceladas."

Plan Cóndor, Wikipedia la enciclopedia libre.

"Dos meses después de haber asumido en Argentina, Sampaoli se preparó para su primer juego oficial ante Uruguay, en Montevideo, por las Clasificatorias.

La previa de ese partido estuvo cargado a lo político cuando el DT fue consultado en conferencia por Santiago Maldonado, un activista de izquierda que en ese entonces estaba en condición de desaparecido luego de participar de un corte de ruta.

“Por mi generación y por todo los que vivimos en una época, como ciudadano argentino, no como entrenador de la Selección, molesta un poco que ese tema todavía no esté resuelto, porque realmente vivimos en nuestra época de adolescencia con mucho miedo y dolor y que aparezca esto acá, en estos momentos, sorprende un poco y ojalá que se resuelva y nosotros apoyar desde acá la aparición de Santiago”, respondió el DT.

Pero no fue lo único. Según la prensa, en ese entonces, Sampaoli intentó que sus jugadores ingresaran a la cancha el día del partido con alguna alusión a Maldonado, ya fuera una camiseta o una bandera. Eso sí, el plantel se negó argumentando que no deseaban mezclarse con lo político.

El conflicto llegó después, cuando Messi apareció en la antesala del juego junto a su amigo uruguayo, Luis Suárez, con vestimenta referida a la candidatura de ambos países a sede del Mundial del 2030. Esto desencajó a Sampaoli.

“Se ve que para los negocios sí, pero para los derechos humanos no”, habría lanzado el DT, como consigna La Sexta."

Pablo Velozo, La historia del motín de Messi que destrozó a Sampaoli en Argentina: cuatro peleas y un adiós.

"Las expresiones de rechazo hacia diversos sectores poblacionales son una constante creciente en América Latina en los últimos años. Los diversos países de la región conforman un crisol de complejas interacciones sociales enmarcadas en el desarrollo de políticas institucionales, cuyas directrices económicas neoliberales agudizan las condiciones de desigualdad y precarización, lo cual deriva en prácticas de despojo, inseguridad e intolerancia. Fenómenos como la movilidad creciente de personas a lo largo del continente, la visibilización de nuevas formas de alteridad, la diversidad religiosa, el narcotráfico y procesos de paz que no derivan en mejoras para la sociedad, son procesos que hoy día inciden de múltiples formas en la cotidianidad de nuestras sociedades.

En este convulso escenario existen también procesos organizativos que derivan en vigorosas experiencias de acción colectiva con fuerte incidencia política. Mujeres y hombres de pueblos indígenas, afrodescendientes y campesinos, por solo mencionar algunos, cuentan con agendas de construcción ciudadana importantes que construyen alternativas de vida sugerentes en este contexto de constante transformación. En este escenario emergen fenómenos como el racismo y la xenofobia, los cuales se convierten en un reto epistémico y metodológico para las ciencias sociales en general, y la antropología en particular. En la región, la ideología del mestizaje es la narrativa que permeó la construcción de los Estados-nación. La apología de la miscegenación construyó cierta “ceguera” a las dinámicas de racismo manifestadas por las sociedades latinoamericanas a partir de la consolidación del racismo científico decimonónico (Wade, 2000; van Dijk, 2007; Gall, 2014). De esto se desprende la tardía atención brindada a este flagelo. No obstante, a partir de las últimas décadas del siglo xx observamos una producción constante para entender las aristas y particularidades con que se expresan el racismo y la xenofobia en América Latina. Este aspecto es sumamente relevante, ya que partimos de considerar la importancia de generar un conocimiento situado con marcos interpretativos acordes a nuestras realidades".

Citlali Quecha Reyna y Cristina V. Masferrer León, Racismo y xenofobia en América Latina para el Boletín de Antropología, vol. 35 (Instituto Nacional de Antropología e Historia, Universidad de Antioquia)
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La batalla de Chile I: La lucha de un pueblo sin armas - Primera parte: La insurrección de la burguesía (por Patricio Guzmán, 1975)

Parte II El golpe de Estado (1976) Parte III El poder popular (1979)

La batalla de Chile es el título de una trilogía de documentales concluidos entre los años 1975 y 1979, con guión y dirección de Patricio Guzmán. La serie constituye un testimonio fílmico de la efervescencia política y social que se vivió en Chile durante el gobierno de la Unidad Popular encabezado entre 1970 y 1973 por Salvador Allende.

La batalla de Chile I-II-III fue una película gestada entre la ebullición de las calles de Santiago y el sigilo de una sala de edición en Cuba. Guzmán realizó el filme junto a un equipo reducido de colaboradores, compuesto por el camarógrafo Jorge Müller, el sonidista Bernardo Menz, el ayudante de dirección José Bartolomé, el productor Federico Elton y el montajista Pedro Chaskel. Tras el golpe militar, Guzmán, Elton y Bartolomé debieron salir del país. Más tarde lo hicieron también Menz y Chaskel, no sin antes asegurarse de salvaguardar el material fílmico: gracias a la colaboración directa del embajador de Suecia, Harald Edelstam, este fue enviado por barco a Estocolmo y, desde ahí, a Cuba. Un año más tarde, el camarógrafo Jorge Müller fue secuestrado por la DINA en Santiago y es hasta hoy una de las 1.200 personas desaparecidas que dejó el régimen militar en Chile.

Las distintas partes de la trilogía fueron estrenadas a medida que eran terminadas en una pequeña sala de montaje del Instituto Cubano de Artes e Industria Cinematográfico (ICAIC). Cada capítulo se refiere a un tema específico: La insurrección de la burguesía, El golpe de Estado y El poder popular. Todas recibieron numerosos premios en los Festivales de Grenoble, Bruselas, Benalmádena, La Habana y Leipzig, y fueron estrenadas en las salas de 35 países de Europa, América, Asia y Australia. En efecto, es la obra documental de América Latina más difundida en el mundo.

Como película, La batalla de Chile I-II-III es el producto de la maduración de dos trabajos precedentes que Guzmán realizó durante la Unidad Popular: El primer año (1972) y La respuesta de Octubre (1973). La batalla de Chile incluye algunas imágenes de estas películas, pero articuladas de manera distinta y, por tanto, insertas en otro relato. La relevancia particular de El primer año es que llamó la atención del cineasta francés Chris Marker, quien entregó un apoyo fundamental a Patricio Guzmán para la producción y finalización de La batalla de Chile.

La recepción internacional de la crítica fue entusiasta: desde la revista The New Yorker, la influyente Pauline Kael dijo que era "un filme mayor, espectacular, filmado con sensibilidad" y Vincent Canby, desde el diario The New York Times, la saludó como "un film épico".

A pesar de este reconocimiento internacional, Patricio Guzmán se ha lamentado muchas veces de la insólita situación que viven sus películas en Chile, donde ninguna de ellas ha sido exhibida por los canales de la televisión abierta. (via Memoria Chilena)

La pieza ha sido también emitida en televisión abierta en varios países, excepto en Chile. En su primera emisión por televisión chilena abierta fue a través del canal La Red los días 10, 11 y 12 de septiembre de 2021.

Documentary film in three parts: The Insurrection of the Bourgeoisie (1975), The Coup d'état (1976), Popular Power (1979). It is a chronicle of the political tension in Chile in 1973 and of the violent counter revolution against the democratically elected government of Salvador Allende. It won the Grand Prix in 1975 and 1976 at the Grenoble International Film Festival. In 1996, Chile, Obstinate Memory was released and followed Guzmán back to Chile as he screened the 3-part documentary to Chileans who had never seen it before.

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stoP

maddie it’s your house

wait doesn’t everyone do this

am i secretly hispanic…

lmaooo I relate to this

omg this might be a poc thing

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shotofstress

I'm from Chile, and everyone do this. It's a cultural thing. My grandparents did, my parents do, I do. Probably because that's where the casseroles and pots go in the stove, so they are in it. It makes sense. Another reason is probably that we do not have enough space in our kitchen (we are all proletarians or fictional middle class workers) and are small, so why have other furniture that takes up space if we can keep the pans in the oven?

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