#change – @shadowydoes on Tumblr

1.- Estar más cerca de casa. Con esto me refiero particularmente a mi familia. Nos mudamos al inicio de año a una ciudad grande e intimidante. Dentro de eso, tenía a mis padres más cerca. A tres horas en camión de distancia. Aunque eso no es todo. Pudimos llevar a mis perros a conocer el lugar donde está el resto de nuestra familia. Viaje se volvió más sencillo. Tanto que las visitas son más que dos anuales. Las distancias se van acortando y podemos estar más cerca de ellos.

2.- Salirme de dormitorio. La independencia que conlleva vivir sola es una adrenalina que por dos años no podía esperar a vivir. Tener mi propia licuadora. Andar en sudaderos y shorts sin preocuparme. Poder levantarme en la madrugada a hacerme un té o un chocolate caliente sin molestar a nadie. Ya me hacía falta un poco de libertad.

3.- Volver a bailar. Después de años, volví a pararme en un escenario por mi voluntad a lado de gente maravillosa que estaba disfrutando ese momento tanto como yo. Canciones increíbles, coreografías hermosas, una vibra increíble. Encender nuevamente esa pasión por la danza que ya la daba por muerta.

4.- Conocer otra faceta de mí. Este año ha sido bastante difícil hablando de mi salud mental. He tenido bastantes retos que me han llevado a conocer mis límites y mis puntos de quiebre. Creo que lo más importante, es que me di cuenta que no tengo que depender de una persona. Yo sola puedo buscar la manera de estar mejor. A pasitos de tortuga también se llega.

5.- Cambio. Siempre le he tenido miedo a cambiar mi entorno o mi rutina. Este año han pasado tantos que cuando volteo hacia adelante y veo ya no siento tanto miedo. A ver que más me trae la vida.