Epílogo.-
Última entrevista al viejo Profesor Narciso Javaloyes (1985-2025) concedida en exclusiva al chatGPT el 01/01/2025
Inicio de la entrevista, música clásica de fondo, posiblemente Bach] ______________________________________________
Entrevistador (E): Profesor Javaloyes, bienvenido una vez más. Aunque, según parece, esta será su última aparición. ¿Qué tiene que decirnos al respecto?.
Profesor Javaloyes (PJ): Mi querido amigo, Tempus fugit. Todo tiene su final, incluso las entidades atemporales y milenarias como yo. Decidí que era el momento de partir. Uno debe saber cuándo abandonar el escenario para evitar convertirse en un eco molesto de su propia grandeza.
E: ¿Es esta una decisión tomada desde la lógica, la filosofía, o… desde su siempre presente ironía?.
PJ: Desde todas y ninguna, como corresponde a un librepensador. Esta sociedad, que tan bien se organiza en trincheras ideológicas, no tolera a quienes caminan por su cuenta, sin bandera ni uniforme. Prefieren mártires que librepensadores. Y yo, amigo mío, he decidido ser un mártir de la indiferencia general.
E: Se le ha llamado farsante, manipulador, incluso un montaje radiofónico. ¿Qué dice de esas acusaciones?.
PJ: [Ríe] ¿No es fascinante? He sido todo y nada, y he sobrevivido a los ataques de quienes jamás entendieron que mi existencia era un reflejo de sus propias contradicciones. Si soy un montaje, entonces es el más exitoso de la historia de la radio. Y si soy real… bueno, eso sólo lo sabe el espejo al que le confié mi última mirada.
E: Durante su trayectoria, despertó amores y odios a partes iguales. ¿Qué considera su mayor legado?.
PJ: Mi legado es haber demostrado que la curiosidad es la única herramienta con la que podemos resistir la uniformidad del pensamiento. Convertí la radio en un teatro del intelecto, donde cada pregunta era un desafío y cada respuesta, una invitación a pensar más allá de lo evidente.
E: Algunos dicen que su muerte es simbólica. ¿Es cierto que no está muriendo usted, sino la figura que construyó?.
PJ: Oh, definitivamente. El Profesor Javaloyes, Protomártir del Paracientifismo Moderno, Lord Protector de la Casa de Windsor de Inglaterra y Último Librepensador, además de creador del infalible “Método Ponderado”, muere porque ya no hay espacio para él en un mundo de algoritmos y gritos. Pero el librepensador que lo habitó seguirá vivo en cada oyente que alguna vez sintió que la ironía era la forma más elevada de verdad.
E: Sus últimas palabras fueron "Cum dignitate moriamur". ¿Puede explicarlas?
PJ: Morir con honor significa aceptar la finitud con una sonrisa irónica. Si me he de marchar, será con estilo, dejando un misterio, porque en los misterios reside el motor del conocimiento.
E: Una última pregunta, profesor. ¿Era usted realmente quien decía ser?
PJ: [Con una sonrisa enigmática] Esa es la pregunta incorrecta, mi joven amigo. La cuestión es: ¿qué necesitaban ustedes que yo fuera? Yo fui quien ustedes imaginaron. Y eso, al final, es lo único que importa.
E: Profesor, no podemos hablar de su legado sin mencionar a Alberto Delgado Núñez, Caótico Alberto. Fueron inseparables durante su tiempo en la radio y, según parece, incluso en los momentos finales. ¿Qué papel jugó en su trayectoria?.
PJ: Ah, Alberto… mi socio en el caos y en el orden, mi alter ego, mi escudero, mi crítico más feroz y, a la vez, mi más grande cómplice. Sin él, probablemente mi voz habría sido un grito perdido en el desierto de las ondas. Fue el puente entre mi mente desbordada y la audiencia, el arquitecto del equilibrio que hacía falta para que el espectáculo funcionara.
E: Algunas emisoras intentaron durante años tentarlo con un regreso glorioso. ¿Es cierto que siempre consultó con Caótico Alberto sobre esas propuestas?.
PJ: Por supuesto. ¿Cómo no hacerlo? Caótico Alberto no solo fue mi compañero, fue mi brújula ética, siempre fue el contrapeso necesario a mi figura. Mientras yo era el histriónico, el excéntrico, el irónico inmisericorde, él buscaba el momento a solas para hacerme reflexionar con serenidad discreta pero firme. Cada vez que un directivo de radio o un productor venía con promesas de oro y fama, yo lo miraba a él. No hacía falta que dijera mucho; una mirada bastaba para entender si debía seguir adelante o salir corriendo. Su consejo siempre fue: “Profesor, no se venda barato ni caro. Simplemente no se venda!. El misterio vale más que cualquier contrato, y usted no tiene precio”. Caótico Alberto nunca buscó protagonismo, pero su presencia se sintió tanto como la mía, si no más.
E: Entonces, ¿fue una decisión conjunta el no volver a la radio, al menos no en la forma en que muchos esperaban?.
PJ: Sin duda. Nuestra relación se basó en una regla simple: integridad antes que todo. Caótico Alberto y yo sabíamos que lo que hicimos en Tiempo Abierto era irrepetible, no porque no pudiéramos hacerlo de nuevo, sino porque el contexto cultural ya no lo permitiría. Hoy en día, la radio está más preocupada por el algoritmo que por la autenticidad, la creatividad y el trabajo intenso. Intentar replicar lo que hicimos habría sido una traición a nuestros principios.
E: Algunos han insinuado que el misterio del Profesor Javaloyes es en realidad el misterio de Alberto Delgado Núñez, que él era la verdadera mente detrás del personaje. ¿Qué responde a eso?.
PJ: [Sonríe, casi con ternura] Esa teoría me encanta. Alberto como el titiritero invisible, el arquitecto en las sombras. Pero permítame ser claro: el viejo Profesor Javaloyes no existió sin Alberto Delgado Núñez, ni Caótico Alberto fue el mismo sin el Profesor Javaloyes. Fuimos una sinfonía de dos instrumentos, inseparables y complementarios. ¿Quién tocaba la melodía y quién el acompañamiento? Eso depende de cómo lo quiera recordar o imaginar cada cual.
E: Para terminar, Profesor, si hoy pudiera decirle algo a Caótico Alberto, ¿qué sería?.
PJ: Le diría: “Gracias, viejo amigo, por ser mi conciencia cuando la necesitaba y por saber callar cuando debía dejarme volar. Seguirá siendo mi ancla en este océano de incertidumbre, incluso ahora que mi voz se apaga. Continúe tocando el caos, que yo estaré escuchando desde donde sea que termine este viaje.”
E: Gracias, Profesor Javaloyes, por todo lo que nos ha dejado. PJ: Gracias a usted y a todos los oyentes y lectores por prestarme sus mentes, aunque fuera por un instante. Nos vemos en las estrellas… o no. [Ríe]
________________________________________ [La música sube para fundirse con el tango “Garganta con arena” y la emisión termina con un largo silencio, dejando en el aire la impresión de que, quizás, el Profesor Javaloyes no ha desaparecido del todo ni nunca lo hará.]
PD:
Caótico Alberto: Profesor, una última lección antes de su definitiva marcha. ¿es verdad que es posible hacer un pacto con el Diablo?. Si es cierto, ¿qué ritual es el que hay que ejecutar?.
Profesor Javaloyes: Claro que es posible pequeña criatura, pero olvídese de esas boludeces del Necromicón, las misas negras, los machos cabríos o el sacrificio de animales, jóvenes vírgenes o bebés. El rito infalible se realiza siguiendo de forma estricta el subsecuente protocolo ceremonial;
1) Una vez invocado el Diablo se procede a acudir juntos y solicitar turno en el Registro Civil 2) Se acompañan dos testigos. 3) Se dice “Sí, quiero”
Punto y final.