El libro perdido - Sentimientos
Adara tenía razón, me había enamorado de Maia, lo que sentía por aquella pequeña humana, a la cual no podía dejar de abrazar, me hacía sentir de una forma indescriptible, y no importaba cuanto tratara de negarlo, lo cierto era que Maia había conseguido que por primera vez necesitara de la compañía de alguien, nada más importaba con tal de estar junto a ella.
Porque la realidad era que su bondad; Su forma de ser, me habían cautivado, y ya no había marcha atrás.