Estabamos lado a lado, separados por una sutil distancia, anhelando estar juntos hasta que el viento pareció saber nuestros deseos y sopló suavemente hasta que recargaste tu cabeza junto la mía. Por fin estabamos juntos. La fricción de nuestros cuerpos calento nuestro amor y así el fuego se avivo en nosotros mientras haciamos el amor. Una danza donde nos consumimos hasta el final. Dos cerillas.
Mauriciotl