Amor añejo
Hace ya unos dias camino a mi trabajo por la mañana, mientras iba en el bus, parado como muchos, pude ver que subió una pareja de adultos mayores, que si bien no parecerían tener importancia salvo su avanzada edad y que el autobus iba a rebosar, milagrosamente se desocupo un asiento al menos para la señora. Lo interesante aquí, lo bello desde mi punto de vista, es el tan obvio amor que a pesar de los años se profesan, porque debió ser amor y no costumbre lo que vi. El señor, como rara vez he visto, incluso en jovenes, llevaba la bolsa de mano de su esposa colgada al hombro, algo grande cabe destacar, como un caballero debe hacer no importando que ella estuviera sentada y tal vez pudiera darsela para aliviar su peso, pero así se fue a lado suyo, parado, todo el camino con la bolsa colgando de su hombro. Ya quisiera yo, si remotamente encontrase alguien para compartir un amor, que perdurara tanto como ese, que sea un amor longevo y que la confianza entre nosotros no se convierta en negligencia y olvide tratarla como la primera vez, como si el olvidarme de los detalles me hiciera merecedor a perderla. Un amor resistente a los años que me permita la lucidez de seguir entregando todo y por que no, dentro muchos años, sea yo el que vaya parado con la bolsa al hombro.