Hacia 1995, una tarde, en la televisión, cuando era niña, escuché una canción que hasta el día de hoy, veinte años después, jamás se me ha olvidado:
“A intentar la gloria alcanzar, a intentar el cielo conquistar...”
Desde entonces, libré mi propia batalla, defendiendo mi gusto ante una sociedad cerrada, donde las niñas ven cosas de niñas y los niños ven cosas de niños...
Bueno, aún me emociona oír aquellas canciones del opening y ending. Aún me quedo a ver episodios completos, aún sonrío cuando Goku lo hace y aún cuando ya sé de sobra lo que pasará, me entristece ver las muertes de los personajes...
Felicidades, Dragon Ball.
Veinte años de conocerte, treinta de tu existencia.
Me quedo con los recuerdos, viejo amigo. Que las nuevas generaciones disfruten de lo que ahora pase...